La diabetes es una enfermedad cada vez más extendida en nuestra sociedad y que se caracteriza por las elevadas concentraciones de glucosa en la sangre de los afectados. Las estadísticas afirman que uno de cada once adultos padece de esta dolencia y en personas de 60 años o más, su incidencia llega a ser del doble. Debido a esto, también está siendo objeto de numerosos estudios por especialistas de todo el mundo.
Los estudios desarrollados en el ámbito dental demuestran que los pacientes diabéticos no controlados que se colocan implantes dentales tienen un riesgo mayor de sufrir infecciones por la falta de cicatrización. En el caso de los que sí están controlados, el proceso de cicatrización y osteointegración debería ser el mismo que el de cualquier paciente que no sufre diabetes. Lo recomendable en estos casos es extremar la higiene además de seguir el habitual tratamiento post-operatorio personalizado que los odontólogos recomienden en cada caso.
Pero para hacer aún más fáciles las cosas, un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla está desenvolviendo un práctico estudio con el objetivo de minimizar los factores de riesgos a la hora de colocar implantes en los pacientes con diabetes. La investigación se desarrolla en colaboración con Straumann, casa que usamos en nuestro laboratorio, y ha llegado a la conclusión de que los implantes con aleación de titanio-zirconio son los que aportan mayores beneficios a los diabéticos.
Por lo tanto, aunque se sea diabético, no hay que renunciar a la colocación de implantes dentales siempre que se tenga controlado. Con una buena higiene dental, revisiones puntuales y material de calidad, hay un paso muy importante avanzado.
Fuente: Europa Press y propia.