El labio leporino, también conocido como fisura labiopalatina, es una alteración congénita que consiste en la hendidura o separación del labio superior. Este defecto se forma durante la gestación y es uno de los más frecuente entre las malformaciones congénitas. Se estima que uno de cada 800 niños en España padecen de labio leporino. Los menores deben ser intevenidos porque sino completan su crecimiento con la malformación afectándoles a boca, nariz y paladar. Esto afecta al habla y a la masticación, ya que la malformación va abriendo espacio en el labio superior y en el paladar.
Ahora, varios cirujanos pediátricos del Hospital Vall D’Hebron de Barcelona han logrado desarrollar un recurso que reduce la malformación y que es accesible para todos los bolsillos. Se trata de insertar en el paladar de los niños afectados un aparato que ayuda a guiar el crecimiento de las zonas afectadas. Los beneficios que está demostrando esta terapia son todos beneficiosos. Las intervenciones quirúrgicas se reducen de las siete que se hacían hasta ahora y que requerían de anestesia general, a solamente dos. Los niños deben ser operados a los seis meses para corregir el labio y al año para unificar el paladar.
Este avance, desarrollado por la unidad de cirugía oral y maxilofacial pediátrica de dicho hospital y que es el único centro médico que lo desarrolla en toda España, consiste en realizar una pequeña prótesis con alginato en el momento de la consulta inicial después del nacimiento. Con este material, se realiza otra prótesis acrílica que se coloca en el bebé y que se debe ir adaptando con el paso del tiempo y el crecimiento del niño. No se debe retirar en ningún momento ya que el objetivo es guiar el desarrollo de todas las partes implicadas.
Cuando se realiza la primera intervención, el resultado es mucho más satisfactorio, y en el momento de la segunda, se introduce una variación en la prótesis que se inserta en la fosa nasal y guía el crecimiento ordinario de la nariz. Aunque los pequeños deban seguir visitando la consulta médica cada pocas semanas, la reducción del número de operaciones, el menor coste económico y la mejora del habla, han conseguido validar este método como una opción a tener en cuenta para el futuro.
FUENTE: elperiodico.com